martes, 28 de octubre de 2008

un paso más

“La sonrisa más pura en mis pensamientos era la que estaba sumisa al pensar de otra persona, más crueles eran los ojos de la oscuridad que contrastaba con el suave reflejo de las sombras en aquellos días, de impensada tranquilidad, apenas pasaban los segundos y los suspiros no valían más que una pequeña tasa de arena en el desierto más pequeño del mundo. Segundos incansables para la mente que puede recurrir a la profundidad del asunto planteado, “la locura”, tan fresco y brillante se encuentra el hombre hasta que es encontrado por otro hombre que no comprende “la locura”, juzgándolo, pues es así como se entretienen las mentes más débiles para hacerse fuertes en un camino irrecuperable por aquellos cielos azules. “